roulotte:04

······································································· Roulotte:04 Special issue > Post-it City. Ciutats Ocasionals
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Roulotte. Martí Peran

La ilusión de una casa móvil se gestó como un mito de la modernidad tardía, pero tras esta genealogía, la roulotte contemporánea se ha desplazado hacia un perfil de enorme potencial crítico frente a buena parte de las convenciones de la misma modernidad. La declinación que podría resumir este proceso es harto conocida.  El primer episodio lo encarna la célebre “maison roulante” de Raymond Roussel, ideada para inyectar la posibilidad de movilidad  al confort doméstico de la estancia privada y lujosa. Apenas se trataba de aunar la ilusión de un refugio privado con la fascinación moderna por el automóvil. Tras él, los experimentos aerodinámicos de Buckminster Fuller añadieron una nueva pátina de cosmopolitismo a unos prototipos muy cercanos al espíritu naviero de la arquitectura de Le Corbusier. La casa móvil aparecía así, paradójicamente, como el paradigma de un nuevo modo de estar, todavía, anclado en el mundo. Hay que esperar hasta la renovada imaginación de posguerra para asistir al inicio de la inflexión. Desde Archigram se imagina ya una ciudad desterritorializada gracias a la tecnología capaz de diversificar los desplazamientos; una posibilidad todavía muy neutra políticamente que, muy pronto, Constant se encargará de corregir al acentuar la capacidad antagonista y transformadora del “principio de desorientación”. A partir de ese momento, la casa móvil se despoja de sus características iniciales (como refugio privado expandido, como posibilidad de una colonización viajera de nuevos lugares y como instrumento tecnológico para ampliar la cohesión tentacular del territorio) para mudar en una suerte de herramienta para un nomadismo crítico, deformador de las rutas y los trayectos establecidos, y ajeno a los imperativos de una epistemología basada en el arraigo.

En oposición a los formatos de movilidad conducida en los que se ocupó la modernidad (el viaje y los trayectos definidos dentro de la ciudad), la nueva roulotte se desplaza mediante una circulación generadora de múltiples vectores de dirección. Ya no se trata de garantizar la conexión entre dos puntos que permita ampliar la trama de lo gobernado, sino de la posibilidad de multiplicar desplazamientos hasta una desterritorialización que relativiza la perspectiva cartográfica convencional. Desplazarse sin viajar. La roulotte ya no navega por las rutas previamente mapeadas sino que las entrecruza para crear recorridos propios. Esta es la potencia transformadora latente en el nomadismo, capaz de deformar la retícula diseñada y, en consecuencia, dificultando la eficacia de los mecanismos de control comandado por el urbanismo tradicional: residir sin habitar. Frente a la ilusión de un territorio y de una ciudad estáticos, capaces de orquestar los movimientos que se producen en su interior (desde las áreas habitacionales hacia las productivas y de consumo) con una exclusiva partitura escrita desde la jerarquía del interés privado, los desplazamientos imprevistos de la nueva roulotte dislocan los lugares y las funciones establecidas del espacio, parasitan lo previsto con lo inesperado e interseccionan lo público y lo privado devolviendo a la esfera pública la subjetividad y la emotividad que le era usurpada. Desde la roulotte se pernocta donde no estaba previsto, se producen apropiaciones domésticas del espacio común y se gobierna a la carta la sucesión de paisajes que transcurren por sus ventanas: la multiplicación de colisiones entre acontecimientos y espacios de una verdadera arquitectura de la acción. La roulotte irrumpe así como una arquitectura in-quieta, como un foco de acontecimientos y como nodo de circulaciones constantes. La ciudad como lugar de paso y no como destino; lo que además permite voltear la convención que distingue un centro civilizado y una periferia por conquistar. La temporalidad de cada pequeño campamento en los márgenes urbanos, convierte su disponibilidad en su misma productividad subjetiva, fecunda por una noche hasta un nuevo intermezzo.

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Roulotte:04 ha sido ideada a propósito para el proyecto Post-it City. Ciudades Ocasionales (www.ciutatsocasionals.net) El principal objetivo de esta investigación consiste en detectar distintos mecanismos de ocupación temporal del espacio público en las ciudades contemporáneas, para todo tipo de actividades (comerciales, lúdicas, sexuales,..) y con la convicción que tras ellas es posible reconocer por igual nuevas emergencias subjetivas, así como respuestas a las nuevas urgencias sociales. Al irrumpir en el espacio público de una forma imprevista e ingobernable, los fenómenos post-it dislocan el escenario convencional de la ciudad, convirtiéndola en un territorio plural atravesado por lo parasitario y lo habilidoso, por el reciclaje y lo creativo; pero también ponen de manifiesto las nuevas formas de marginación y exclusión, obligadas a subsistir mediante dispositivos flexibles para conquistar temporalmente espacios ciudadanos, de constante movilidad y, muchas veces, de una obligada clandestinidad. En el interior de Post-it City se multiplican así situaciones ocasionales con el doble carácter de la resistencia y de la emergencia. En este contexto, Roulotte ha considerado que era pertinente articular este número presentando  una ingente colección de roulottes  y caravanas, susceptibles de interpretarse casi como una paráfrasis de la misma idea de Post-it City. Al fin y al cabo, la roulotte es por excelencia un dispositivo de arquitectura móvil de comportamiento impredecible, capaz de aparecer y desaparecer con absoluta agilidad.

Los materiales que presentamos conforman un repertorio abierto y no un catálogo cerrado. Como no podría ser de otro modo, no hay ninguna ruta común ni ningún mapa que organice el orden y el destino de cada roulotte. En el conjunto se combinan, de un modo casi aleatorio, distintas imágenes de procedencias muy diversas. La única pauta la han marcado dos directrices muy elementales: dar una cierta prioridad a escenas del área metropolitana de Barcelona y, por otro lado, trabajar a partir de aquellas imágenes vinculadas a proyectos artísticos o de investigación que desarrollan, ya sea como objetivo final o como consecuencia de unos procesos previos de trabajo, una aproximación documental al fenómeno real de estas pequeñas ciudades ocasionales y ambulantes.

(Diciembre 2007)